martes, 25 de septiembre de 2007

The Flaming Lips



LOS MUNDOS IMAGINARIOS

Cuando escuché Rice for the price de Los Flaming Lips, me di cuenta de que alguien ya había pateado el tablero de mando. Casi en secreto. Pero había sido sacudido al fin.
Rice... se presentaba como una canción curiosa, atemporal, en donde la voz del cantante se mezclaba con un sampler que daba la impresión de sonar como si fuera un disco rayado.
Primero: me extrañó esta estética de la imperfección, que entre los principios inconscientes de la banda, parecía funcionar mas como una virtud que como un defecto.
Segundo: Los Labios Ardientes eran portadores de una ingeniería poética pocas veces vista.
Descubrí al grupo por azar, en un canal de cable. Derrapaba una puesta en escena más que llamativa.

- ¿Quién será el que se disfrazó de conejo?
- No se, no me molestes por favor, ¿Eh?

Estaban todos sobre el escenario. Era Canadá, creo. Me pareció ver esa hojita roja en algún lado. De fondo una música de lirismo apocalíptico, precalentaba a los empatizantes para dar comienzo al Dreamshow.
Así fue como detecte a Wayne Coyne con una maquina de aire comprimido, inflando un globo kilometrico relleno de confeti.
La realidad se preparaba para reventar multiplicada en un millón de papelitos. Estábamos por ingresar al mundo de la fantasía, escapando elegantemente del mundo de lo real.
En la palestra una serie de personajes provenientes, quizás, de alguna novela de Lewis Carroll, saltaban y se movían, magnetizados por la cadencia del tema en cuestión.
Esta es la pequeña historia. Una simple anécdota para empezar a recolectar casi todos los discos de la banda.

- ¿De Oklahoma?
- Si. Del mismo lugar.

Ando en frac

Con la salida del álbum The soft bulletin, el publico de flaming lips, comenzó a ampliarse en forma significativa, aunque sin llegar nunca a alcanzar la masividad. El trabajo podría definirse como un experimento multidireccional, como la versión orquestal de las Fabulas de Esopo.
Aparte de Rice..., con su extraña anacronía, el trabajo contiene otras novedades como The spark that bled, canción finamente gasificada y de llamativas aplicaciones a cargo del baterista.
Waiting for superman es el momento utópico del Boletín. Un cierre propicio para la reflexión. La maquina se apaga. Vuelve a sonar…
¿Qué hacen los Flaming Lips?
En su amplia discografía hay coordenadas de rock, punk, pospunk, dream pop, nueva psicodelia, noise pop... en fin, ingredientes ideales para desorientar a cualquier crítico o escucha.
Cuando Yoshimi battles the pink robots comenzó a girar en el acicalado tocadiscos (???), lo primero que hice, fue esbozar una sonrisa. Imagínense a una niña japonesa, dispuesta a librar batalla contra una serie de invasores, en forma de robots rosas.
Más tarde, descubriría que la excelencia del disco, no era una mera contingencia, sino que era producto de una serie de transformaciones a lo largo de más de 20 años de carrera.

- El aprendizaje y la paciencia.
- Eso mismo.

Una banda que atravesó por muchos estilos y que fue reinventándose, derribando todas las estructuras musicales.
¿Qué decir de Yoshimi?
¿Acaso que con este disco la banda podría erigirse como la quintaesencia del rock?

Rosa robot

El inicio da paso a Figth test, que refiere de manera indefectible, a una famosa composición del otrora llamado Cat Stevens. Pero lejos de las comparaciones, Los Labios nos sorprenden con una canción emocionante hasta el hartazgo. Delicada y rustica en iguales proporciones, augura un panorama superlativo, asombroso.
Yoshimi... pte.1 es la carta de presentación, con una edulcoración más que acertada. Yoshimi... pte2, en cambio, una alegoria sonora de ciertas determinaciones bélicas.
El disco podría encuadrar fácilmente en la categoría de aquellos que no se agotan con una sola escucha. Siempre hay algo nuevo por descubrir, porque la “zona de baño” cada vez que se pone en marcha el reproductor, nunca esta ubicada en el mismo sitio.
Planear por el aire con voz nostálgica y adormecida, solo puede permitírtelo In the morning of the magicians, para luego producir un descenso abisal con Are you hipnotist??? de fondo.
Puede que sea demasiado exagerado decir que Do you realice? esconde el secreto de la vida. Pero la verdad es que estoy casi convencido de eso.
Yoshimi battles the pink robots es de una epica tan refinada que podría ser el relato de una batalla librada con gotitas multicolores de agua. Algo así como si alguien decidido a luchar en una batalla, tomara como espada, un pedazo de arco iris.
Cuando termina el disco estoy en Japón. Y eso es bueno, porque nunca había estado antes.
Un análisis de la discografía de la banda resultaría interminable, por eso elegí como corpus de esta nota, los últimos tres discos. Por tratarse, a mi parecer, de una trilogía redonda, casi perfecta.
Pero no por eso olvido Clouds Taste metallic, con joyas tales como The abandoned hospital ship, Christmas at the zoo, Evil will prevail y Bad days. O el energizante Transmissions from the sattelite heart.
Zaireka (Zaire mas Eureka), disco cuádruple para ser escuchado simultáneamente con cuatro equipos de música, merece un capitulo aparte por su carácter vanguardista.

Baya rodeo

Esta especie de tríptico sonoro se completa, entonces, con At war with mystics, en donde los Flaming lips otra vez vuelven a sorprender, encontrando nuevos modos de acercarse a la realidad, a través de universos artificiales, ficticios...
Hasta la voz de Coyne recurre a otros canales de expresión, a otros colores y matices.
At war... se aparta por un momento de la melancolía sideral de Yoshimi... para cuestionar la política de EE.UU., por medio de canciones más vivaces. Un álbum más festivo, menos introspectivo, en apariencia, que los anteriores, pero no menos emotivo.
“En guerra con los místicos” es mucho mas discursivo, claramente en contra de George Bush, haciendo referencia, ya desde el titulo, a una realidad extra-musical.
The yeah, yeah, yeah song es poseedora de una energía que probablemente no provenga del guaraná. Podría ser una versión gospel futurista para evitar próximas guerras. (Inolvidables los falsetes de Coyne).
Un sueño de Prince en el país de las maravillas cabería en Free radicals..., si es que acaso se le ocurriera ponerle algún titulo.
Bailar dentro de un lavarropas lleno de escarbadientes ¿Quién alguna vez no la ha pensado?
The sound of failure hace que tu sueño sea realidad. Por supuesto que graduando la velocidad del artefacto, para evitar algunas complicaciones gástricas.
Desde la cima de una montaña, escucho At the war with mystics.
Me lo imagino como un vendaval de dátiles recubiertos con espejitos de bolas disco.