lunes, 16 de junio de 2008

Belle and Sebastian




NUNCA PENSÉ EN CHOCAR CONTRA LA MELANCOLÍA
CUANDO SALÍ POR LA CIUDAD

A DAR VUELTAS EN BICICLETA

Con el paso del tiempo nos damos cuenta de que a veces es necesario dejar de echar llave a la puerta. Entonces admitimos músicas que en otros momentos de nuestras vidas hubieran resultado infames. Basta apenas un click para que los prejuicios se rompan y para que el arco auditivo se ensanche. Asi es como innumerables sonidos comienzan a coexistir en nuestra querida discoteca. Es ahí cuando comprendemos que de nada sirve el purismo si lo que esta en juego es el verdadero sentido de la apreciación en al arte.

Comenze a sentir curiosidad por las portadas en toner de un grupo escoces que en ese entonces desconocía. Empece a escuchar día tras día los discos de Belle & Sebastian. Y me percate de la sensibilidad especial que allí ondulaba para recrear etapas retrospectivas, de conflicto, de cambio.

La silueta variable de cada una de las canciones alberga sentimientos confusos. Cada melodía parecería ser el reflejo de una ausencia. Hay alguien que no esta. Algo que nos falta para ser relativamente completos. Porque el recuerdo adquiere la forma de un diván en donde la crisis existencial es parte de la vida cotidiana. Esa con la que nos enfrentamos a cada minuto y que a veces miramos con cierta resignación y melancolía. El rasgo esencial de la banda es la lentitud prodigiosa como parte de su estética de sonido. La tranquilidad a la hora de interpretar y barnizar las melodías puede resultar, de este modo, una experiencia suave, frente a otras novedades que optan por una vertiente mas ágil y menos romántica del rock. De cualquier modo no importa ya el juicio de los apresurados, porque la emoción sentida frente a cualquier álbum de B & S adquiere un carácter trascendental. B & S es una banda anómala respecto de sus contemporáneos. B & S apuesta cada una de sus fichas a la reelaboracion de música de otras décadas. B & S es una banda distante (del resto).


Menu del dia


La taverna esta ubicada en las afueras de Glasgow. Alli una joven moza comete los errores mas graciosos que jamas hayamos visto. Se la nota cansada, irritada. No ha pasado un solo dia en que no haya roto una docena de copas y platos. Dear Catastrophe waittress (2003) es un disco de confiteria multiprocesado, producto de recetas añosas y contemporaneas. Con una mirada puesta decididamente en el pasado. Dear... Es el album mas externo y transmisible de la banda, en donde sus aspiraciones estan mejor resueltas. Podriamos definirlo como uniforme en cuanto a su concepto y heterogeneo en cuanto a sus variaciones estilisticas. Aqui la mirada hacia atrás, se vuelve mas elástica y adopta un matiz de alegre rebeldia. Dear ... representa la parte mas alta de un medano de arenas vivas. Es un disco Vintage poblado de canciones retro-incandescentes.

El trote pura sangre de Step into my office baby aporta un ritmo mas que agradable para la apertura del álbum. Alternado con pasajes de tono orquestal y de un lirismo tan delicado como masa filo.

La placidez de If she wants me sincroniza con un viaje de placer por los montes Grampianos.Sobre la mitad del tema el vehiculo se vuelve alado y se eleva por encima del paisaje escoces.

Es un expreso de melancolia en su punto máximo guiado por la dulce voz de Isobel Campbell. Es Asleep on a sunbeam. También hay lugar para la calma ralativa de la voz de Murdoch. Un estado emocional que a su vez puede reconocerse en Piazza, New York catcher.

El pegadizo órgano de Stay Loose junto con algunos apliques electrónicos agitan la bandera de llegada. Hay guitarras laberínticas y un estribillo de punks moderados.

Antes de que Dear Catastrophe waittress se asome por entre los bafles, aparece el introspectivo y personal, The boy with the arab strap (1998). Por eso puede resultar atractivo reparar en la canción que da nombre al disco. Una precisa marea de primavera o un pez verde de aguas cálidas.

Kalaondo


Cuando la guardia esta baja pueden componerse álbumes tan nutridos como este. quizás, de alguna forma, la partida de uno de los miembros del grupo lo haya afectado. Pero la realidad es que en The life pursuit (06) la poética de Stuart Murdoch y los suyos sigue intacta. Entonces The life no solo llega para enriquecer la discografia de la banda, sino que ademas plantea el desafío de continuar, ya sin la formación original, con ciertos postulados sonoros que veníamos advirtiendo. Es hora de dar un paseo. Comienzo a pedalear. Son catorce rayos cromados cuidadosamente soldados a las ruedas de una bicicleta.

¡Adelante!.

Act of the apostle 1 continua haciendo gala de la capacidad del grupo para construir canciones tristes, ultrasensibles. Pero de una tristeza aleatoria, como si afuera estuviera lloviendo... con sol. Eso mismo ocurre en Another sunny day.

The blues are still blue revisa el glam de los años 70 a la manera de Swett y T-rex , dandonos la posibilidad de realizar sobre el final un paseo en pony por esa decada. Sin lugar a dudas que es una cancion con gran actitud, con una melodia irresistible, facilmente recordable.
Porque no se trata de acumular impresiones sino mas bien de compartirlas llega We are the sleepyheads para sorprender con un atrevido e inusual coro. La paulatina y contagiosa energía es promovida también por una mega -aceleracion funky. Imposible no moverse con este tema.

La frutilla oficial del postre nos ofrece una dinámica de tierras movedizas que en vez de hundir, elevan. ¿Extraño no?. Cantemos la jovial Funny little frog.

Los rastreadores deberán llegar también hasta el disco por dos Push barman to open olds wounds ( 2005 ). Un cofre doble lleno de tesoros por descubrir, con temas fieles al tipico sonido de los escoceses y otros no tanto. Atencion con el instrumental Judy is a dick slap y las olas de Le pastie de la bourgeoisie.

El plan de Belle & Sebastian consiste en reciclar viejos sonidos. Como si se tratara de retapizar un sillón clásico con tela moderna conservando celosamente su vieja estructura.

lunes, 2 de junio de 2008